“Respondiendo
Jesús, le dijo: Marta, Marta, afanada y turbada estás con muchas cosas”. Lucas
10:41
Ayer
en nuestra iglesia local tuvimos una hermosa celebración en la Escuela
Dominical con motivo del mes de la Biblia.
El
pastor compartió su predica basado en el pasaje de Lucas 10:38-42 poniendo gran
énfasis en la importancia de buscar a Dios mediante la meditación de la palabra
de Dios. Tocó puntos muy interesantes
que mientras él lo hablaba tomaba apuntes mentalmente de lo que Dios me estaba
hablando y de lo bueno que sería compartir contigo esta reflexión.
Seguro
has leído y oído tantas veces esta historia en la vida de Jesús, igual que yo,
pero la Palabra de Dios siempre tiene algo nuevo y fresco que compartir, porque
Dios se quiere comunicar a través de su Palabra Escrita contigo.
Jesús
fue un hombre real, común y corriente pero a la vez extraordinario, me pregunto
cómo sería sostener una conversación de tú a tú con él, escuchándole hablar y oír
todas sus enseñanzas, me volvería loca preguntándole tantas cosas o simplemente
me callaría solo para oírle.
Al igual que nosotras Jesús se relacionaba con personas, y
no tenemos mayores antecedentes de esta amistad que tenía él con Marta, María y
Lázaro, pero lo que sí sabemos que era un lugar donde él podía pasar y quedarse
allí en confianza.
Seguramente
tú al igual que yo te esmeras en tener tu casa limpia, ordenada y preparada
para recibir a tus huéspedes, y
Marta es quien recibe a Jesús en su
casa, lo atiende y se preocupa de preparar el alimento, lavar la loza, dar los
últimos toques a su mesa quizás, va de allá para acá, y como las mujeres
podemos hacer más de una cosa a la vez, ella entra en esta vorágine de lucha
contra el tiempo y le pide a Jesús un favor…..
Pero Marta se distraía en muchos servicios;
y vino a Él, diciendo: Señor, ¿no tienes cuidado que mi hermana me deja servir
sola? Dile, pues, que me ayude. Lucas 10:40
Te ha pasado más
de alguna vez que sientes que eres la
única que está haciendo todo en casa, todos están allí presentes, pero nadie te
ve, eres invisible pues nadie presta ayuda, te ven correr de allá para acá y
claro uno es humana no? Y quieres ayuda o un S.O.S. doméstico. Bueno, yo creo que esto le pasaba a Marta,
ella veía como María estaba muy cómoda (a los pies de Jesús) escuchando al
Maestro, sosteniendo una importante e interesante conversación y ni si quiera
le importaba cuan AFANADA Y TURBADA estuviera su hermana.
Déjame decirte que
el título de esta gráfica no es de mi autoría lo vi y me encantó porque esto le
pone el broche a esta reflexión.
Es que Jesús la
deja nocaut, fuera de toda discusión:
Y respondiendo Jesús, le dijo: Marta, Marta, estás afanada
y turbada con muchas cosas: Pero una cosa es necesaria; y María ha escogido la buena parte, la cual no le será quitada.
Lucas 10:41-42
¿Estaba Martia
haciendo cosas inadecuadas? No, de ninguna manera, ella al igual que tú y yo,
estaba haciendo “cosas buenas”, útiles, necesarias, pero…
María, ¡ELIGIÓ la Mejor Parte!
Y aquí estaba la gran diferencia entre
la elección de Marta con la de María, ambas estaban haciendo cosas buenas, pero
María escogió la mejor.
Esta frase la encontré buenísima, te la
comparto: Jesús sabiamente sugirió que quizás Marta debería haber elegido los
Momentos de María.
¡Y yo estoy de
acuerdo! ¿Cómo podemos hacer una excelente elección en nuestro mundo tan
ocupado?, tan atareado, tan esquematizado por horarios y reglas quizás dentro
de un ambiente de trabajo secular, o bien en tu propio hogar, con hijos y
demandas de tiempo desbordantes, esposo, tareas domesticas, actividades extra escolares,
juntas de padres, actividades eclesiásticas, compromisos adquiridos, etc, etc.,
y la lista puede seguir….
¿Estás al igual
que Marta inmersa en su mundo? ¡Todas estamos! vivimos en el mundo de Marta
también, pero dentro de este mundo podemos hacer la mejor elección:
Priorizar nuestra relación personal con Jesús.
Nos mentalizamos,
teóricamente sabemos cuán importante es nutrir nuestra comunión con Dios, pero
el día nos pasa la cuenta y el mundo de Marta nos absorbe y definitivamente no
elegimos bien.
El afán nos
consume y la turbación nos absorbe, pero Jesús nos detiene y al igual que Marta
nos deja nocaut, fuera de todo argumento, de toda excusa, el tiempo con El es
lo más importante, priorizar lo importante por lo urgente es nuestra elección.
No dejemos que el
mundo de Marta nos consuma, trabajemos para Ser en vez de parecer, nuestra
relación con Jesús es de vital importancia, nuestra búsqueda de El comienza con
un buen tiempo escudriñando Su Palabra, oír sus enseñanzas debe ser nuestra
prioridad para alimentarnos y dar a otros, pero cuando tu y yo no nos estamos
nutriendo ¿qué tienes que dar? ¿qué entregas?.
¿Cuándo fue la última vez que Dios hablo a tu vida, cuando fue la última
vez que él te corrigió, te animó, te exhortó, te consoló, te abrazo. Solo en el
lugar secreto junto a El encontramos agua para nuestra vida, ven y bebamos de
su agua, vamos a la fuente y escojamos la mejor parte, estar a sus pies….
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