jueves, 22 de noviembre de 2018

GRATITUD




En los Estados Unidos, desde 1863 se celebra oficialmente el día de Acción de Gracias, y desde el año 1941 fue declarado como un día festivo, celebrándose cada cuarto jueves de noviembre. Por ahí dicen que las cosas buenas hay que imitarlas.

Si bien la celebración no está asociada a ninguna historia en común con la de Estados Unidos aquí en Latinoamérica, para los cristianos sí tiene en común  dar gracias a Dios por todo lo bueno que ha sido es y será con sus hijos, no necesitamos una fecha especial, pero vaya que es importante recordar que un espíritu de gratitud debe cultivarse en nuestras vidas, independiente de la fecha, la ocasión o la historia, e independiente  de dar gracias solo por las cosas buenas que nos acontecen sino por aquellas que no lo son. 

¿Por qué es importante? Porque en primer lugar el salmista nos recuerda que al ir a la presencia de Dios, debemos entrar por sus puertas con acción de gracias, por sus atrios con alabanza. Salmos 100:4  para no olvidarnos que ¡Jehová es bueno! Dios es bueno todo el tiempo, su misericordia, bondad, justicia, gracia, poder sea exaltado.  

En segundo lugar , porque se nos olvida agradecer, y hay tanto porque hacerlo, he aquí el motivo, para cultivar un espíritu agradecido y no olvidarnos ninguno de los beneficios dados por Dios, como tampoco olvidarnos de que en las tormentas más recias, en el dolor, en la pérdida, en la crisis o enfermedad:

Su cuidado, su abrazo, su protección, su poder, su amor, su gracia, su bondad, su misericordia, su presencia nos ha acompañado y nos ha levantado, nos ha restaurado, nos ha santificado, nos ha liberado.

John Henry Jowett fue un predicador británico del siglo diecinueve y entre sus escritos, esto apareció como un buen consejo para cultivar un espíritu agradecido:

“La gratitud es una vacuna, un antioxidante y un antiséptico”

La Gratitud puede ser la vacuna contra el enfado y una actitud descontenta.
Así como las antitoxinas son anticuerpos que previenen los efectos desastrosos de ciertos venenos y enfermedades, la actitud agradecida destruye el veneno que  causa el malhumor y el resentimiento.
La acción de gracias es un antiséptico refrescante que nos calma, para aquellas ocasiones en las cuales nos vemos golpeados por los problemas.

Los expertos en salud mental recomiendan que una actitud agradecida previene la depresión, es que realmente la acción de gracias es un anticuerpo que destruye la crítica y la queja, como también los expertos dicen que experimentar gratitud reduce la impaciencia y aumenta el autocontrol. 

Cuánta verdad hay en las palabras de este predicador y cuánta verdad hay en la Palabra de Dios que nos estimula a ser mujeres agradecidas del único y suficiente Dios.

No te olvides, no nos olvidemos, no me olvido Señor que si bien un montón de gracias nunca pagarán todo lo que has hecho por mí, no quiero olvidar de decirte hoy con todo mi corazón

¡Gracias Señor!

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