viernes, 25 de agosto de 2017

FORMANDO A NUESTROS HIJOS


Un día me tope con un video de una famosa psicóloga aquí de mi país, y ella afirmaba que  en la familia no existía la democracia, puesto que son los padres quienes deciden (en equilibrio) y toman las decisiones y no son los hijos quienes determinan que pueden hacer y que no, los límites los ponen sus progenitores.

Esto me hizo reflexionar en la forma en que hoy día se están formando a los hijos en cada hogar, especialmente en una sociedad tan “tolerante” que hasta los padres han caído en este falso sistema de tolerancia, en el cual los hijos han ganado terreno pasando los límites y no respetando la autoridad en una sociedad donde la tecnología ha ocupado un espacio lamentablemente preponderante en la vida de las personas  y en una sociedad sin Dios.

La palabra de Dios nos dice que “como saetas”, o sea como flechas, así son los hijos habidos en la juventud. Las flechas tienen una importante característica, tienen que
SER ESCULPIDAS FORMADAS, MOLDEADAS Y AFILADAS,

Por lo tanto la lectura de hoy me convoca a reflexionar en la forma en que estamos formando a nuestros hijos y cómo estamos moldeando sus caracteres ¿conformados a la imagen de Cristo?...y preparándoles para vivir en un mundo donde los valores y principios de Dios ya no se viven, ni siquiera al interior de los hogares cristianos.

Es por ello que coincido en que la familia no hay democracia, ellos no deben influir a la hora de tomar decisiones relevantes, la disciplina y los límites los ponemos nosotros como padres, ellos no mandan, no ordenan, sugerencias y opiniones se aprecian, pero definitivamente la responsabilidad es de nosotros los “VALIENTES”.

En nuestras manos como valientes hijos e hijas de Dios está la responsabilidad de formar hombres y mujeres que hoy decidan por Cristo, que hoy tengan clara su identidad en Cristo, que hoy sepan que a Dios se le toma en serio, que hoy mi amor de madre debe estar basado en un amor de misericordia a la hora de errores, en un amor de gracia para perdonar, en un amor de corrección, en un amor de disciplina, en resumen en una vida de ejemplo….

Es por ello que la tarea es grande, pero para ser un valiente debemos como padres buscar a Dios, en su sabiduría, en pedir su consejo a través de la palabra de Dios, en escuchar su voz, en obedecer nosotros sus principios.  Si, ya sé, no es nada de fácil, y quien dijo que lo sería….pero hoy es el día, porque mañana puede ser demasiado tarde.
Los hijos son una bendición, una tremenda bendición….¿qué estás haciendo tú, que estoy haciendo yo en mi rol para formar y moldear hijos Cristo céntricos? ¿Qué estamos haciendo?


El Señor nos ayude en nuestra labor, porque sin duda habrá muchas flechas afiladas para ser luz en un mundo de oscuridad si somos valientes..

En Su Gracia,



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