"Ambos eran justos delante de Dios, y andaban irreprensibles en todos
los mandamientos y ordenanzas del Señor.
Pero no tenían hijo, porque Elisabet era estéril, y ambos ya eran
de edad avanzada". Lucas 1:6-7
Hace dos años íbamos solos con mi esposo en nuestro
auto y le pregunte que sentiría o cómo enfrentaría el hecho de que si Dios
hiciera un milagro en medio de mi edad (46 en ese entonces) y menopausia y yo
quedara embarazada!!!
¡Queeeeeeeeeeeeeeé! Para no creerlo, imposible ¿cierto?,
va en contra de todo lo establecido, pero así son los milagros, el poder de
Dios no tiene límites, especialmente cuando se trata de llevar a cabo sus planes
eternos. Por un minuto él dudo, así como
Zacarías que no le creyó al ángel, este mensajero de Dios se limitó a responder
que él era eso, un mensajero, ¿cómo Dios lo haría?, ¿cuando? Eso le
compete a Dios.
¿Hay algo imposible para
Dios? No sé si es propio de los hombres, pero claro es obvio ellos son más
racionales, a Zacarías le costó porque humanamente vemos los límites de edad y
tiempo, limites naturales. Pero cuando se trata de Dios, el es sobrenatural y
puede hacer que lo imposible sea posible, porque es¡ Dios Todopoderoso! ¡Qué
maravilla!
La característica de este matrimonio era que ambos eran personas justas y andaban irreprensibles en todos los mandamientos y ordenanzas del Señor.
¡Qué hermoso que alguien diga eso de ti y de
tu esposo! Esto no se limitó a uno de ellos, si no que al matrimonio. El Señor conocía sus corazones, él sabía que
le amaban, eran transparentes, íntegros, honestos,(irreprensible) aún cuando no
eran perfectos, pero vivían para agradar a Dios ¡qué ejemplo! Y el Señor
tenía un plan maravilloso para ellos! Hasta ese momento no lo sabían, ellos
solo servían a Dios y lo hacían con devoción.
Pero faltaba alguien…si un hijo… Elisabet era estéril. Eso era cargar con una vergüenza como una especie de maldición, era una
desgracia social en los tiempos antiguos, ya que por lo que leí por ahí, los
hijos proveían una valorada seguridad y eran vistos como un lazo esencial para
continuar con el linaje y una descendencia. Por alguna razón algunas mujeres
específicas en la biblia eran mujeres estériles que luego concibieron y dieron
hijos especiales a quienes Dios uso para cumplir con su plan perfecto.
No
podría imaginarme como se sentían y en especial
Elisabet, tanto así que su esposo, oraba por ello. Ambos tenían el deseo ferviente de ser padres
y Dios conocía sus corazones. Lo
maravilloso es que Dios responde a la oración de Zacarías y le anuncia el
milagro de la paternidad. Seguramente
Elisabet estaba conformada a ser una mujer sin hijos, pero Dios compensa sus
vidas produciendo el milagro de la concepción!
Y ella reconoce luego de dar a
luz, lo que Dios hizo (Lucas 1:24-25), la dignificó delante de los hombres, ¡Gloria a
Dios! Y al igual que Sara, Raquel, Ana o la mamá de Sansón, fueron madres
símbolos de un futuro productivo, si,
ellas fueron usadas para traer al mundo hombres que Dios usó y Juan el
Bautista, fue el precursor del ministerio de Jesús, el que preparó su camino,
fue apartado para el ministerio con un propósito especial, aún desde su vientre
fue lleno del Espíritu Santo, Dios ya le estaba preparando para llevar a cabo una
de las tareas más importantes como el último profeta que leemos en la Palabra.
Dios tenía un plan con este matrimonio y lo cumplió.
Anhelo que Dios cumpla su plan con nuestro matrimonio, que podamos imitar la
vida que llevaban Zacarías y Elisabet, no sé si en los planes de Dios está el
que yo sea madre, solo un milagro! (les aviso si van a ser tías) El hecho es
que el Señor transformó una circunstancia dolorosa en una bendición con
propósito, no solo quito la afrenta de Elisabet si no que respondió la oración
de Zacarías y además su hijo tendría un rol importante en la vida del Mesías.
Quizás tu seas una Elisabet de nuestros días, no lo sé, pero si sé es que Dios es soberano, muchas veces no comprendo sus propósitos, pero son fieles y verdaderos y Dios es un Dios de pactos, que cumple sus promesas, si has recibido una de ellas, ten por seguro que se cumplirá en tu vida un día. Y aún así, si un hijo no llega, ten por cierto que Dios sabe lo que hace y ¡sus milagros existen!
En Su Gracia,
En Su Gracia,
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