“Ellos fueron
prohibidos por el Espíritu Santo
predicar la palabra
en Asia” Hechos 16:6
Hace más de veinte años una amiga me habló de
un diario devocional titulado “Manantiales en el desierto” cuya autora había
pasado gran parte de su vida junto a su marido en el campo misionero.en Japón. Un día esta amiga llegó con un hermoso
regalo, era el libro devocional escrito en Inglés.
Quiero compartir contigo este devocional que traduje hace ya varios años y que
habló a mi vida
El pasaje escrito más arriba habla de la
perfecta dirección que tenían los apóstoles por medio del Espíritu Santo para
llevar a cabo la evangelización y la actividad misionera.
Cuando el Espíritu les impedía ir en una
dirección, iban en una dirección, iban en otra, confiando en que el Espíritu aprobaría
o desaprobaría sus planes de viaje.
Consistió ampliamente en prohibiciones, cuando
ellos intentaron otro curso que no fuera el correcto, ellos irían a Asia, pero
el E. Santo se los prohibió (impidió) a la izquierda, intentaron pasar a
Bitinia (a la derecha) nuevamente el Espíritu Santo no les permitió (Hechos
16:6-7).
En años pasados Pablo hizo uno de los trabajos
más grandes en esa región, pero sólo que ahora la puerta fue cerrada para él
por el Espíritu Santo.
Yendo a Troas, Pablo tuvo una visión (V.8-9)
de un hombre de Macedonia, donde le pedía que pasara a Macedonía y le
ayudara. Sin duda el Espíritu Santo
apuntaba hacia allá.
Amadas, cuando estemos dudosas acerca del
rumbo, somete tu juicio absolutamente al
Espíritu de Dios y pídele a él “cerrar” contra ti cada puerta que no sea la
correcta.
Podemos decir: “Señor, entrego a ti la entera
responsabilidad de cerrar contra mí cualquiera de mis pasos y cada rumbo que no
sea de Dios. Déjame oír tu voz antes que pueda ir a la derecha o a la
izquierda.”.
Cumplamos con el llamamiento al cual hemos
sido llamadas, a menos que Dios te hable para hacer algo más.
Seamos cuidadosas para obedecer a sus mínimas prohibiciones. Después de una oración eficaz, no hay
aparentes impedimentos, ve hacia adelante con el corazón ensanchado.
No te sorprendas si la respuesta viene con
puertas cerradas. Porque cuando las
puertas son cerradas, a la derecha o a la izquierda, un camino abierto es
seguro para dirigirte a Troas.
¿Hay algún problema en tu vida por resolver,
alguna travesía llena de misterio?
Dios conoce, él es quien trae las cosas
ocultas a la luz. El posee la llave.
¿Hay alguna puerta cerrada por la mano del
Padre, la que tu has esperado ver abierta plenamente? Confía en Dios y espera para cuando el cierre la puerta. El posee la llave.
¿Hay alguna diligente oración aún sin
responder como tú había pensado que sería? Dios hará aclarar sus propósitos
pronto. El tiene la llave.
Ten paciencia con tu Dios paciente, debes
saber que para cada puerta el posee la llave. Porque cuando el vea lo que es
mejor, él te lo dará.
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